Escrita en 1867, revisada y actualizada muchas veces por el autor, constituye una rica contribución a la filología romance, ya que es el trabajo más popular y representativo del filólogo y humanista colombiano. Libro útil para los lingüistas contemporáneos, que convirtió a Cuervo en una de las mayores autoridades de nuestra lengua. En él se plasman los estudios del autor sobre las impropiedades del lenguaje -como voces mal formadas y giros defectuosos- y su enmienda. Sus correcciones se fundamentan en etimologías, referencias a otras lenguas y citas de los clásicos.